La lista de cosas que hacer en Valle de Bravo incluye volar en parapente, visitar santuarios de mariposa monarca y explorar cascadas rodeadas de verdor. Con la combinación justa de naturaleza, cabañas y cocina típica del Estado de México, este rincón de montaña es una gran opción para pasar unos días en uno de los pueblos mágicos cerca de CDMX.
Ubicada en San José del Cabo, la granja Los Tamarindos consiente a las visitas con un restaurante farm to table, clases de cocina mexicana y cabañas al estilo Baja California Sur. Si Los Cabos es uno de los destinos más famosos de México, en parte se lo debe a los atractivos que hacen del desierto un lugar delicioso.
Antilocapra americana es el nombre científico del berrendo, el animal terrestre más rápido de América. Amenazado por la fragmentación de su hábitat, este mamífero apenas se deja ver en territorio mexicano. En Baja California y Baja California Sur, una asociación civil hace de las suyas para salvar al berrendo peninsular de la extinción.
Cuando se trata de presumir lugares turísticos de Tamaulipas, no puede faltar El Cielo. Esta reserva de la biosfera presume atractivos como el mirador del Cerro de la Campana, las cascadas de Joya de Manantiales y las cabañas del ejido San José. Un tour por Gómez Farías y la parte alta de Biosfera El Cielo basta para recorrer la sierra en busca de senderos, aves y otros animales.
Cuando se trata de ver paisajes, plantas y animales del desierto, la reserva de la biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar se luce como pocas. Viajar al desierto de Sonora toma tiempo, pero sus cráteres y dunas de arena lo valen. Con Puerto Peñasco como base, un recorrido por el norte de Sonora basta para ver playas vírgenes, arena negra y lugares turísticos como de otro planeta.
En Nanacamilpa, el santuario de las luciérnagas es solo el más obvio de los atractivos turísticos. Entre campos de agave y volcanes nevados, el hotel rural Glamping Octli consiente a los viajeros con un tour de apicultura, un recorrido para recolectar hongos y una probadita de la ruta del pulque. Tlaxcala sí existe… ¡y es una delicia!
En los cabos de Baja California Sur un hotel boutique sirve como base para explorar los atractivos naturales de Cabo Pulmo. Discreto y ecológico, The White Lodge consiente a sus huéspedes con noches estrelladas, playas vírgenes y tours para ver ballenas jorobadas y cardúmenes de jureles.
Barra de Coyuca resguarda campamentos tortugueros, comunidades pesqueras y manglares que hacen ojitos a los viajeros devotos del ecoturismo. Cerca de Acapulco, un tour por las playas y las lagunas de Coyuca ofrece contacto con la naturaleza, liberación de tortugas marinas y barro rejuvenecedor capaz de hacer milagros.
Cuando se trata de presumir cerveza artesanal mexicana, Baja California lleva ventaja de sobra. La influencia de San Diego y el espíritu emprendedor del norte hacen de la frontera un paraíso cervecero. Una vuelta por Aguamala, Cannería, Transpeninsular y Wendlandt basta para entrar en calor y probar parte del circuito de la cerveza de Ensenada.
Nuevo Vallarta, Sayulita y Punta Mita son las playas nayaritas más famosas, pero no son las únicas. Con aproximadamente 300 kilómetros de litoral, la Riviera Nayarit resguarda más de veinte destinos paradisiacos. Desde Bahía de Banderas hasta los manglares de La Tovara, estas postales del Pacífico mexicano prueban que en el mar la vida es más sabrosa.
El mole negro y las tlayudas son solo la iniciación a la comida típica de Oaxaca. Un recorrido por la ciudad basta para descubrir recetas prehispánicas e ingredientes endémicos como la rosita de cacao y el chile de agua. Desde el Mercado de Abastos hasta las cocinas de restaurantes como Tierra del Sol y Levadura de Olla, el corazón del estado más diverso de México se antoja.
En el desierto de San Luis Potosí, el peyote no es la única planta codiciada. Los cabuches, como se conoce a los botones florales de la biznaga roja, son famosos por sus propiedades nutritivas y su potencial culinario. Un viaje por el municipio de Catorce basta para descubrir el origen y las recetas de uno de los cactus más discretos de la gastronomía mexicana.
Tapizado de montañas y ríos, Tabasco es uno de los destinos favoritos en México para practicar ecoturismo y buscar aventuras. Puenting en Tenosique, rappel en las cascadas de Huimanguillo y recorrido en las cuevas del parque natural Villa Luz son algunas de las experiencias que ofrece este estado para saciar antojos de adrenalina.
Camuflado entre mar turquesa y selva verde, el hotel Habitas Tulum ofrece privacidad, naturaleza y glamping en uno de los destinos más visitados del Caribe mexicano. Armado con casas de campaña, regaderas exteriores y club de playa, este proyecto descaradamente millennial combina prácticas sostenibles y vanidad digna de Instagram.
Perdido en un cañón de la Sierra Madre Occidental, en Chihuahua, el pueblo mágico de Batopilas esconde minas abandonadas, violines artesanales y destilados de agave lechuguilla. Más allá de las Barrancas del Cobre y el recorrido del Chepe, la sierra Rarámuri sorprende a las visitas con viajes en el tiempo.
En estos rincones de Estados Unidos, Japón y México, la ruralidad y el arte hablan el mismo idioma. Con museos inesperados y galerías experimentales, los pueblos de Marfa, Hakone y San Agustín Etla prueban que fuera de las grandes ciudades también hay espacio para esculturas, instalaciones y propuesta.
Las artesanías de Chiapas reflejan la riqueza de uno de los estados más diversos de México. Un recorrido por Amatenango, Chiapa de Corzo y Zinacantán basta para ver cómo se hacen la laca, los jaguares de barro y los textiles chiapanecos. Cuando se trata presumir artesanías mexicanas, estos lugares turísticos de Chiapas se lucen en grande.
Con su combinación de sabores prehispánicos y recetas errantes, el pueblo mágico de San Cristóbal de las Casas nos invita a comer rico. Entre fachadas de colores y mercados de artesanías, la capital regional de Los Altos de Chiapas sirve sopa de chipilín, molotes de plátano y chocolate rosa. ¡La mesa está puesta!
Los nuevos billetes de la familia G, emitidos por el Banco de México, presumen medidas de seguridad y materiales de vanguardia. Con diseños que incluyen al águila real, a la ballena gris y a la mariposa monarca, por primera vez en la historia del país todos los reversos rinden homenaje a la naturaleza. Zaragoza, nosotros te llamamos.
Nayarit presume playas vírgenes, selvas tropicales y pueblos mágicos. Entre bahías discretas y cañones verdes, estos hoteles sostenibles esconden algunos de los secretos mejor guardados de la Riviera Nayarit y el interior del estado. Para disfrutar la naturaleza no hace falta arrasar con ella.
Gracias a los circuitos de vía ferrata en México, las Barrancas del Cobre, los peñones de Mineral del Chico y la Huasteca de Monterrey son accesibles para todos. Bueno, para todos los que se atreven a pender de un hilo. ¿Quién dijo que hace falta ser experto para escalar algunas de las montañas más icónicas de Chihuahua, Hidalgo y Nuevo León?
En noviembre México se cubre de altares para recibir difuntos y bailar con la muerte. Entre flores de cempasúchil y catrinas alborotadas, los pueblos p'urhépecha del estado de Michoacán celebran su legado. Alrededor del lago de Pátzcuaro la Noche y el Día de Muertos son un tributo a la vida.
En el paraíso no todos los destinos apuestan por torres babilónicas y piña colada. Camuflado en el verdor de la península de Yucatán, Bacalar esconde atractivos como cenotes, selvas comestibles y zonas arqueológicas. En más de un sentido, esta laguna de siete colores es el rincón más dulce de Quintana Roo y el Caribe mexicano.
Recetas centenarias, productos artesanales y cocinas orgullosas de su tierra presumen la comida típica de Colima. Desde el puerto de Manzanillo hasta la sierra de Manantlán, pasando por Comala, este estado se luce con delicias como las enchiladas dulces, el ceviche de parota y la sal de Cuyutlán. Un viaje por el estado basta para probar la tuba, el picón y otros tantos platillos típicos de Colima.
En los Valles Centrales de Oaxaca el campo y las manos traman juntos la historia. A cambio de recorrer caminos serranos, uno de los estados más diversos y folclóricos de México comparte su cultura y sus costumbres. Una vuelta por Teotitlán, Jalieza, Arrazola y Tilcajete basta para presenciar la hechura de alebrijes y conocer otras tradiciones de Oaxaca.
Entre museos, playas y restaurantes, sobran cosas que hacer en Tijuana. Vecina de San Diego, la ciudad más poblada de Baja California se luce con una oferta de atractivos con madre. La cartelera del CECUT, la propuesta de Telefónica Gastro Park y las cervecerías artesanales de avenida Revolución son solo algunos de los lugares para visitar en TJ.
Los restaurantes en Ixtapa Zihuatanejo son casi tan famosos como sus playas y hoteles. Y sí, eso incluye también cocinas que ofrecen comida vegana y vegetariana. Con la ayuda del mercado municipal, el hotel Thompson Zihuatanejo y restaurantes como Entre Zankas y La Raíz de la Tierra, Zihua prueba que en la Costa Grande de Guerrero no solo los carnívoros y las sirenas engordan.