Comida típica de Colima: viaje culinario de Manzanillo a la Sierra

Recetas centenarias, productos artesanales y cocinas orgullosas de su tierra presumen la comida típica de Colima. Desde el puerto de Manzanillo hasta la sierra de Manantlán, pasando por Comala, este estado se luce con delicias como las enchiladas dulces, el ceviche de parota y la sal de Cuyutlán. Un viaje por el estado basta para probar la tuba, el picón y otros tantos platillos típicos de Colima.

 
Tostada vegetariana de parota en el restaurante Bar Social de Manzanillo.

Tostada vegetariana de parota, la semilla de un árbol que forma parte de la comida típica de Colima.

 

Al igual que la comida típica de Colima, el estado en general es uno de los secretos mejor guardados de México. Si bien riquísima, la cultura colimota suele quedarse entre las olas del Pacífico y los picos de la Sierra Madre Occidental. El nombre del estado hace más ruido cuando se utiliza como apellido de volcán que como marca turística, sin embargo, Colima es mucho más que un nevado. Tapizado de playas vírgenes y pueblos pintorescos, este rincón del país es un paraíso desconocido.

Más que una extensión monumental, Colima presume la grandeza de sus contrastes geográficos. Volcanes que escupen fuego, manglares desbordados de verdor y sierras custodiadas por jaguares son algunos de los escenarios que conviven en el estado costero más pequeño del país. En México decimos que todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar. Y cuando se trata de acomodos, Colima no necesita a Marie Kondo.

Producto de suelos fértiles y tradiciones centenarias, la cocina de Colima es tan diversa como su geografía. Recetas que llegaron con la Nao de China, ranchos que no le temen a la leche bronca y árboles con semillas ricas en proteína vegetal, son algunos de los placeres que guarda el recetario local. Cuando la tentación incluye ceviche rallado, mole dulce y jocoque de rancho, el pecado es resistirse a la gula.

 
Volcán de Colima visto desde El Refugio de Ofelia.

Volcán de Colima visto desde El Refugio de Ofelia.

Huerto del ecoparque Nogueras, a las afueras de Comala.

Huerto del ecoparque Nogueras, a las afueras de Comala.

 

Sabores del mar:
Tradicional sal de Cuyutlán

De los ocho estados más pequeños de México, Colima es el único que tiene salida al mar. Sus 160 kilómetros de litoral no intimidan, pero impregnan de sus sabores la cocina regional. Además de postales envidiables, el Pacífico regala a Colima una buena dosis de productos de la costa. Equipadas con lanchas, cañas y costales, varias comunidades a pie de playa viven de las ofrendas del mar.

El tesoro insignia de la costa colimota es Cuyutlán, la localidad que produce una de las sales más codiciadas de México. ¿El secreto? Seguir la técnica artesanal. Entre marzo y junio, cuando la laguna se seca, la Cooperativa Salinera de Colima cosecha cerca de 40 mil toneladas de oro blanco. De acuerdo con el Museo Comunitario de la Sal, el pueblo y su cooperativa poco han cambiado en los últimos cien años. A juzgar por las escenas del lugar, en este rincón del Pacífico la revolución industrial perdió la batalla.

 
Cosecha de sal artesanal en Cuyutlán. Esta sal forma parte esencial de la comida típica de Colima.

Cosecha de sal artesanal en Cuyutlán.

El chef Nico Mejía es gran embajador de la sal, la cerveza y la comida típica de Colima.

El chef Nico Mejía es gran embajador de la sal, la cerveza y la comida típica de Colima.

 

Sabores de la tierra:
Cocina típica de Colima en Comala

Manzanillo y ciudad de Colima ofrecen comida callejera y cenadurías de tradición. Sin embargo, cuando se trata de sabores y recetas emblemáticas, es un pueblo mágico el que roba protagonismo. A medio camino entre el mar y la montaña, Comala consiente a las visitas con cecina, ponches de fruta caseros y meriendas dulces. Panaderías como La Guadalupana abren desde temprano, pero es en la tarde cuando sus hornos anuncian que está listo el picón. Preparado con pasas y canela, este clásico comalteco parece inmune al paso del tiempo. Y con un precio de alrededor de cinco pesos por pieza, también a la inflación.

Entre portales y algarabía, el pueblo de Pedro Páramo tiene poco de desolado. Juan Rulfo no hace justicia a Comala, su comida sí. Una vuelta por el centro basta para probar desde un café local hasta un vasito de tuba, una bebida preparada con aguamiel de coco. Durante la época colonial, la Nao de China acercó a los territorios de México y de Filipinas. Fue entonces cuando Colima aprendió a extraer la savia del cocotero para producir una suerte de vino.

El fermento no prosperó, pero devino en lo que hoy se conoce como tuba. La bebida no contiene alcohol y se prepara con el líquido que suelta la palma al hacerle un corte. La tuba se extrae y se toma dos veces al día. En la mañana va derecha. Y en la tarde, conocida como compuesta, con trocitos de fruta, cacahuates naturales y un toque de fresa o de betabel para dar color.

Luego de picar, es hora de comer en serio. Una de las propuestas jóvenes y fieles a la cocina típica de Colima es Casa Pascual. En su local, libre de pretensiones, el cocinero tradicional Alan Ramos presume los sabores de su tierra y de su gente. El menú incluye pipián con pechuga de pollo, enchiladas dulces rellenas de picadillo de res y tatemado colimote, una especialidad local preparada con costilla de cerdo, mezcla de chiles y vinagre de tuba.

De postre medio pueblo ofrece ponche, preparado con granada y un destilado regional de agave llamado tuxca. Si el tradicional no convence, las opciones contemplan sabores como crema de cacahuate, café, tamarindo y ciruela pasa. En primavera, las opciones se multiplican cuando el centro se tapiza de puestos para celebrar la tradicional Feria del Ponche, Pan y Café de Comala. ¡Saludcita!

 
Tuba compuesta tradicional en la plaza de Comala. Comida típica de Colima.

Tuba compuesta tradicional en la plaza de Comala.

Enchiladas colimotas veganas de Casa Pascual. Comida típica de Colima en Comala.

Enchiladas colimotas veganas de Casa Pascual.

 

Sabores de la montaña:
Volcán de Fuego y Sierra de Manantlán

El pico más alto de Colima es el volcán de Fuego, una caldera que compite con el Popocatépetl por el título del cráter más activo de México. El Nevado de Colima no figura en la lista porque está en Jalisco, aunque seguido se cuela como fondo en las postales más representativas del estado. Los pueblitos próximos al volcán tienen tesoros como el café de La Yerbabuena, de cosecha orgánica y tostado a la leña. Compañías locales ofrecen tours para visitar las faldas del volcán y atractivos a sus alrededores.

Cuando se trata de cocina típica de Colima son las montañas por debajo de los volcanes, más que los volcanes mismos, las que guardan secretos. Compartida con Jalisco, la Sierra de Manantlán es un área protegida en la que abundan recursos, historia y sabores. Declarada reserva de la biosfera, esta es una de las zonas menos pobladas y más desconocidas de Colima. Eso sí, a cambio de vueltas y de terracería la sierra revela miradores celestiales, caminos custodiados por jaguares y manantiales de agua pura.

Refugio de nutrias, ocelotes y más de 300 especies de aves, la reserva está tapizada de vida. La fama discreta de la montaña tiene que ver con animales, pero la fauna no es su única riqueza. Cuando se trata de flora, en especial flora comestible, ricos son también la milpilla, un primo silvestre del maíz, y el agrio, una baya ácida con fama de quitar la sed.

En la comunidad de El Terrero, la comida se sirve en cocinas de leña como la de Mamá Eva. Entre encinos y robles, este comedor campestre ofrece carne en salsa roja, tortillas de maíz azul rellenas de huevo y café de la sierra, una infusión preparada con la bellota del encino avellano. Con fogones serranos y festivales de hongos silvestres, las montañas de Colima nos recuerdan que no solo en el mar la vida es más sabrosa.

 
Fogón de Mamá Eva en El Terrero, Sierra de Manantlán.

Fogón de Mamá Eva en El Terrero, Sierra de Manantlán.

Agrio silvestre en la reserva de la biosfera Sierra de Manantlán.

Agrio silvestre en la reserva de la biosfera Sierra de Manantlán.

 

Tips de viaje:

  • Los aeropuertos de Colima y de Manzanillo ofrecen vuelos directos a la Ciudad de México. Guadalajara está a 200 kilómetros de Colima por carretera y no está de más tener coche para moverse en el estado.

  • Para buscar comida típica de Colima en regiones como las faldas del volcán y la Sierra de Mananltán es necesario contratar tour, servicio de transporte o rentar coche.

  • En Manzanillo y Colima las temperaturas no suelen bajar de 15 °C y fácilmente superan los 30 °C. En Sierra de Manantlán el invierno puede ser frío. La temporada de lluvias es entre junio y octubre.

  • A orillas de la laguna El Naranjal, entre Colima y el volcán de Fuego, El Refugio de Ofelia presume cientos de aves, vistas de postal y platillos típicos como chilaquiles colimotes, preparados con huevo revuelto.

  • La compañía local Ximbal ofrece recorridos guiados de aventura y naturaleza en Colima, incluido senderismo interpretativo en la Sierra de Manantlán.

Curiosidades:

  • Cuando se trata de gentilicios Colima se pone creativo. De ahí que los locales se refieren a sí mismos como colimotes, término originalmente utilizado para los nacidos en Colima capital.

  • La artesanía más famosa del estado son los perritos colimotes de barro, reproducciones de piezas prehispánicas en las que un par de perros tlalchichis bailan tomados de las patas.

  • En jerga colimota estar enguasado significa andar ocupado, nango se usa para decir tonto y cargar a alguien en la espalda es tenerlo de manchis.

  • En 2018 el chef estrella del estado, Nico Mejía, publicó Colima, una gran travesía gastronómica. El libro físico está agotado, pero se encuentra disponible en versión digital.

 

PIES DE FOTO
1. Tatemado colimote del restaurante Casa Pascual de Comala.
2. El picón de Comala de la panadería tradicional La Guadalupana.
3. Plaza central de Comala durante la Feria del Ponche, Pan y Café.
4. Degustación de destilados de agave en la tienda Comalala de Comala.
5. Mangos silvestres en el pueblo de Nogueras, a las afueras de Comala.
6. Destilado de agave acompañado con ciruela silvestre congelada.
7. Tostada de pozole seco, platillo emblemático de la comida típica de Colima.
8. Vista carretera en el camino entre Colima y la laguna El Naranjal.
9. Fogón tradicional de Mamá Eva en El Terrero, Sierra de Manantlán.

 

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Publicado el 10 de agosto de 2020 por Marck Gutt | Don Viajes.
Última actualización: 16 de junio de 2023.

El contenido de esta publicación es resultado de un viaje realizado con el apoyo del la Secretaría de Turismo de Colima.

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