El mole negro y las tlayudas son solo la iniciación a la comida típica de Oaxaca. Un recorrido por la ciudad basta para descubrir recetas prehispánicas e ingredientes endémicos como la rosita de cacao y el chile de agua. Desde el Mercado de Abastos hasta las cocinas de restaurantes como Tierra del Sol y Levadura de Olla, el corazón del estado más diverso de México se antoja.
Leer másPerdido en un cañón de la Sierra Madre Occidental, en Chihuahua, el pueblo mágico de Batopilas esconde minas abandonadas, violines artesanales y destilados de agave lechuguilla. Más allá de las Barrancas del Cobre y el recorrido del Chepe, la sierra Rarámuri sorprende a las visitas con viajes en el tiempo.
Leer másCon su combinación de sabores prehispánicos y recetas errantes, el pueblo mágico de San Cristóbal de las Casas nos invita a comer rico. Entre fachadas de colores y mercados de artesanías, la capital regional de Los Altos de Chiapas sirve sopa de chipilín, molotes de plátano y chocolate rosa. ¡La mesa está puesta!
Leer másRecetas centenarias, productos artesanales y cocinas orgullosas de su tierra presumen la comida típica de Colima. Desde el puerto de Manzanillo hasta la sierra de Manantlán, pasando por Comala, este estado se luce con delicias como las enchiladas dulces, el ceviche de parota y la sal de Cuyutlán. Un viaje por el estado basta para probar la tuba, el picón y otros tantos platillos típicos de Colima.
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