Pobres parisinos, ni su ego ni sus luces bastan para hacer de sus calles la meca de la cocina francesa. El título se saborea 450 kilómetros al sur, en una ciudad más humilde y mucho más rica. Armada con brioche de praline rosa, botellas de vino engañosas y quesos en peligro de extinción, Lyon se proclama capital gastronómica de Francia.
Leer más