Volar con clase: diferencias entre cabinas y tarifas de las aerolíneas
Los boletos de avión tienen una clase que determina más que un asiento en primera o en turista. De la clase tarifaria depende qué lugar elegimos, cuántos puntos acumulamos y las maletas a las que tenemos derecho. Y eso si acaso, así es que mejor prestar atención a las letras chiquitas del contrato.
En un boleto de avión operado por una aerolínea tradicional todo trayecto está vinculado a una clase tarifaria. Si bien el concepto está relacionado con el tipo de cabina, es un elemento que determina mucho más que un asiento no reclinable junto al baño o una cama con pantuflas y cremitas de L'Occitane.
Las clases tarifarias se representan con un carácter del alfabeto. Y más seguido que no, está escondido en las letras chiquitas del contrato. Originalmente esa información era cosa interna de aerolíneas y agentes de viaje. Hoy, la clase tarifaria determina el número de maletas documentadas, el orden para abordar el avión y la posibilidad de ascensos, entre otras cosas.
No está de más saber qué clase boleto reservamos, si no por la promesa de champaña antes del despegue, para estar al tanto de nuestros derechos. La siguiente guía detalla cómo identificar las clases y las condiciones que contemplan.
1. Cabina vs. clase:
Las letras chiquitas de los vuelos comerciales
Aunque los intercambiamos seguido, en el mundo de las aerolíneas los términos clase y cabina no son mismo. Las cabinas son secciones del avión con asientos más o menos cómodos y servicio más o menos personalizado. Las clases tarifarias son condiciones de reserva que contemplan mucho más que un asiento.
A menudo la clase y la cabina están relacionadas, pero no son iguales. Gracias a un ascenso, un asiento comprado en cabina turista puede convertirse en un viaje en cabina ejecutiva. A causa de un problema técnico, un cambio de avión puede hacer de un asiento comprado en cabina ejecutiva un viaje en cabina turista.
Las aerolíneas suelen tener máximo cinco cabinas, sin embargo, no es raro que ofrezcan más de 20 clases distintas. De ellas dependen el derecho a elegir un asiento, la posibilidad de ascensos, el número de maletas incluidas, el porcentaje de acumulación de puntos y las políticas de cambios, por decir lo menos.
2. Viajero frecuente:
Cómo acumular más puntos
Uno de los beneficios de volar con aerolíneas tradicionales es acumular puntos de viajero frecuente. En un pasado no muy lejano, el criterio base de acumulación era muy claro: punto acumulado por milla o kilómetro viajado. Ahora entran en la ecuación la clase tarifaria o el costo el del boleto.
En los programas de viajero frecuente basados en distancia, el porcentaje de acumulación varía según la clase reservada. ¡Y la diferencia es abismal! Con Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, un vuelo redondo Buenos Aires-Barcelona acumula cerca de 5,050 kilómetros en clase V y 20,200 kilómetros en clase L. Ojo: los dos vuelos contemplan asientos en cabina turista.
Cada vez más programas de viajero frecuente acumulan millas o kilómetros con base en el precio del boleto. Dicho lo anterior, todavía hay excepciones que toman la distancia volada como base para acumular puntos. Y cuando se trata de vuelos con aerolíneas asociadas, la mayoría de los programas toman la distancia como base de acumulación.
En las páginas de las aerolíneas suelen estar disponibles los criterios de acumulación con base en las clases tarifarias. Normalmente, la forma más fácil de acceder a esta información es buscar en Google: “tabla de acumulación” + “nombre de aerolínea o de programa de viajero frecuente”.
3. Maletas a bordo:
Derecho a documentar equipaje
Quedaron atrás los días en los que podíamos documentar maletas sin preocuparnos por el peso. La oferta de boletos de avión baratos está íntimamente ligada con restricciones de equipaje. A veces, disfrazarse de Teo va al polo norte es suficiente para no pagar sobrepeso. Otras no hay cómo librar el cobro.
Es conveniente prestar atención a la clase tarifaria cuando se necesita documentar equipaje. Un boleto comprado en clase “rey de las rebajas” casi siempre incluye una condición del tipo “kilo por kilo sucumbirá tu reino cuando llegues al aeropuerto con maletas”.
Cuando se trata de equipaje, la clase tarifaria a veces puede más que el nivel más alto de viajero frecuente. Con Aeroméxico, una reservación en clase básica V no perdona el cobro por equipaje ni siquiera para los pasajeros Club Premier Titanio, el nivel más alto del programa. Con Delta, en cambio, la clase básica E contempla la primera maleta documentada gratis para cualquiera de los niveles elite de Sky Miles.
Si la decisión de volar con una aerolínea depende esencialmente del precio más bajo, es importante considerar el cobro de equipaje en función de clases tarifarias. La forma más fácil de acceder a esta información es buscar en Google: “política de equipaje” + “nombre de aerolínea”. Las tablas incluyen un apartado especial para viajeros frecuentes con reconocimiento especial.
4. Boleto de avión:
¿Cómo identificar la clase tarifaria?
Todos los vuelos se reservan en una clase específica, representada con una letra del alfabeto. No necesariamente todos los tramos de una misma reserva tienen la misma clase.
Originalmente, la asignación de letras correspondía a estándares de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés). Hoy, cada aerolínea establece los códigos de sus clases. La clase W en Avianca representa vuelos reservados en cabina turista con descuento y restricciones mientras que la clase W en American Airlines representa vuelos reservados en cabina económica premium.
En algunas agencias en línea, como Expedia, las clases tarifarias se esconden entre paréntesis junto al tipo de cabina de viaje. En otras como Best Day y Kiwi, no aparece la clase, sino la cabina o el tipo de tarifa de acuerdo con los estándares de la aerolínea. Los agentes de viajes siempre tienen acceso a la clase tarifaria. Si se trata de localizar y entender los derechos asociados a un boleto de avión: carita mata punto com.
Me encantaría poder compartir información más especifica, pero las clases y sus condiciones varían tanto entre aerolíneas que tendría que hacer un artículo por compañía y actualizarlo cada tercer día.
En resumen: cuando viajas con maletas o especial interés en puntos de viajero frecuente la clase es fundamental, de ella dependen los porcentajes de acumulación y la franquicia de equipaje. A veces, pagar 50 dólares más por una clase menos restrictiva vale la pena. Ya dicen las tías que luego lo barato sale caro.
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Publicado el 28 de junio de 2020 por Marck Gutt | Don Viajes.
Última actualización: 26 de julio de 2022.
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