Ruta por la Bohemia checa: palacios y castillos medievales cerca de Praga
La República Checa resguarda un arsenal de palacios y castillos medievales. Cerca de Praga, destinos como Ceske Budejovice y Cesky Krumlov ofrecen escenarios de cuento repletos de cosas que ver. Una ruta por la Bohemia checa basta para visitar atractivos legendarios como Karlstejn, Hluboka y Chateau Mcely.
A Praga le gusta presumir su centro histórico, sus empedradores inmortales y sus edificios majestuosos. Quizás lo hace porque es una romántica enamorada de los cuentos de princesas y caballeros. O quizás porque es una nostálgica apegada a la gloria del ayer. En cualquiera de los casos, una postal protagonizada por un castillo medieval es una gran estrategia para seducir viajeros.
Los barrios históricos de Praga esconden las joyas de la corona, el segundo puente más antiguo del país y el reloj astronómico más viejo del mundo aún en operación. ¡Ah! Y también gente, hordas de gente. Praga es tan seductora que en sus callejones los turistas desfilan como ovejas al matadero. La buena, es que no solo la capital tiene atractivos para viajar en el tiempo.
Cerca de Praga, la Bohemia checa está tapizada de castillos medievales y palacios reales. Entre bosques encantados y murallas a prueba de dragones, pueblos como Cesky Krumlov y Ceske Budejovice ofrecen la versión campirana del cuento de hadas. Prepárense para el despilfarre de riqueza y de consonantes, porque cuando se trata de caprichos y nombres impronunciables, la campiña de la República Checa es su majestad.
Cesky Krumlov:
De castillo medieval a palacio
Es fácil enamorarse de Cesky Krumlov y sus postales de cuento. Ubicado 170 kilómetros al sur de Praga, este pueblo presume algunos de los paisajes más pintorescas de la Bohemia checa. Sus fachadas coloridas, callejones enredados y colinas tapizadas de cerezos son escenarios dignos de la nobleza. Específicamente de los Rosenberg, la familia que hizo de la aldea un lugar legendario.
Entre los siglos XIV y XIX, Cesky Krumlov se acostumbró al derroche de cuatro casas nobles. Jardines laberínticos, torres con delirio babilónico y campanas que pesan toneladas están presentes en el castillo de Cesky Krumlov, un edificio excéntrico que nació como castillo medieval en el siglo XIII. Cuando los Rosenberg heredaron el castillo, lo transformaron en un palacio real donde conviven leyendas góticas, simetría renacentista y detalles barrocos.
Para los estándares locales este castillo medieval no está precisamente cerca de Praga, pero eso no impide que el turismo llegue en masas. Eso sí, la mayoría visita el pueblo un tour de día desde la capital. A cambio de pasar la noche en Cesky Krumlov, este destino en Bohemia ofrece empedrados silenciosos, terrazas alumbradas por estrellas y uno que otro kayak que flota por el río Moldava.
Ceske Budejovice:
Palacio y castillo de Hluboka
Cuando se trata de presumir aristocracia campirana en Bohemia ningún pueblo destrona a Cesky Krumlov. Dicho lo anterior, el castillo medieval que los Rosenberg transformaron en palacio no es el único en la región. 145 kilómetros al sur de Praga, otra localidad a orillas del río Moldava custodia un fuerte acostumbrado al sobrenombre de Windsor checo.
Hluboka nad Vltavou es un pueblo cerca de Ceske Budejovice, la capital de Bohemia Meridional. Aunque sus atractivos contemplan un campo de golf y una marina fluvial, su mayor presunción es un monumento enamorado de la hora del té. Construido originalmente en el siglo XII, el castillo de Hluboka sufrió varias modificaciones a lo largo de su historia. La última, en el siglo XIX, transformó el edificio en una versión checa del castillo medieval más famoso de Inglaterra.
El castillo de Hluboka es tan grande que para verlo completo hacen falta cuatro recorridos guiados. En su interior, elevadores de inicios del siglo XX, candelabros venecianos, techos forjados en maderas finas y colecciones con más de 10 mil libros comparten protagonismo. Fuera, senderos para bicicleta y vías de tren recuerdan que no todo en la Bohemia checa va de gustos excéntricos y excesos varios.
Karlstejn:
Castillo medieval en Bohemia
En la región de Pilsen, 30 kilómetros al oeste de Praga, un fuerte en un pueblo diminuto vigila el corazón de Bohemia. A diferencia de los castillos medievales de Cesky Krumlov y de Hluboka, este nunca cambió la sobriedad bélica por el título de palacio. Por eso el castillo de Karlstejn impone más de lo que encanta, a fin de cuentas se diseñó para proteger tesoros de intrusos, no para entretenerlos.
Este fuerte se construyó en el siglo XIV para proteger la riqueza del rey Carlos IV. Luego de varias modificaciones, una reconstrucción en el siglo XIX le devolvió su aspecto gótico. Por fuera Karlstejn es conservador, pero por dentro la sala destinada a proteger tesoros no conoce la modestia. Aunque hace 400 años que las joyas de la Bohemia checa se resguardan en Praga, las bóvedas bañadas en oro y las incrustaciones de piedras preciosas de la capilla de la Santa Cruz deslumbran por sí solas.
El castillo medieval de Karlstejn cambió de fachada, cambió de funciones y cambió de monarca, pero nunca cayó en manos privadas. Hoy, el inmueble está inscrito como Monumento Cultural Nacional de Chequia y el pueblo de 800 habitantes vive del turismo. Convertido en museo de sitio, Karlstejn ofrece recorridos guiados con tres rutas diferentes. Varias compañías ofrecen tours para visitar el castillo desde Praga e incluso Múnich.
Paraíso Bohemio:
Kost, Hruba Skala, Mcely y Heralec
Conocido con el nombre de Paraíso Bohemio, este destino cerca de Praga es conocido por su geoparque y su oferta de atractivos naturales. Si bien las regiones de Bohemia Central, Liberec y Hradec Králové son famosas por sus árboles milenarios y sus rocas con formas rebeldes, su historia de derroches no pasa desapercibida. 30 kilómetros al norte de la capital, la República Checa resguarda castillos medievales y más de un palacio convertido en hotel de lujo.
En Jicin las leyendas medievales se toman tan en serio que el distrito presume esculturas de dragones y festivales dedicados a los cuentos de hadas. Las criaturas del bosque hacen de las suyas en la ciudad, pero es un monumento gótico a las afueras el que acapara la atención. Construido en el siglo XIV, el castillo medieval de Kost es uno de los fuertes mejor conservados de Chequia. Y a juzgar por las fotos de boda en sus folletos, también uno de los más añorados para jurar amor eterno.
Cerca de Kost otro castillo abre sus puertas a las visitas, pero también a las conferencias y a los mochileros. Construido en el siglo XIV, Hruba Skala es un híbrido entre hotel, hostal y museo de sitio. En manos de particulares, no es raro que los edificios históricos se permitan licencias. De hecho, en la República Checa varios palacios y castillos operan como hoteles. No hace falta mucho más que una cena, un tratamiento de spa y una suite en Chateau Heralec o Chateau Mcely para jurarse rey de Bohemia.
Tips de viaje:
El aeropuerto de Praga es la principal puerta de entrada a Bohemia y recibe vuelos directos de varias ciudades en Europa, incluidas Barcelona, Madrid y Málaga. En temporada de verano, también recibe vuelos de ciudades norteamericanas como Chicago, Nueva York y Toronto.
En la República Checa el transporte público es eficiente. Para adentrarse en la campiña lo más cómodo es rentar coche, las carreteras están bien señalizadas y es fácil moverse de un lugar a otro.
Chequia forma parte de la Unión Europea y del espacio Schengen, pero su moneda es la corona. Aunque el euro es aceptado en la mayoría de los establecimientos, es más barato y más práctico tener algunas coronas a la mano.
Muchos de los castillos medievales y palacios checos solo se pueden visitar en recorridos guiados específicos. Para evitar decepciones, lo mejor es verificar horarios y reservaciones en línea.
Algunas compañías ofrecen visitas guiadas en español a los castillos de República Checa, el más común y fácil de encontrar es el tour a Cesky Krumlov.
En busca de atractivos naturales, rutas de montaña y senderismo, cerca de Praga también se pueden visitar los parques nacionales Suiza Bohemia y Suiza Sajona.
Curiosidades:
En 2016 la República Checa hizo cooficial el nombre Chequia. El país mantiene ambos nombres, pero la versión corta se utiliza desde Google Maps hasta las votaciones de la Unión Europea.
Cuando los checos no entienden algo que parece demasiado ajeno utilizan el dicho “es como un pueblo español”. Los polacos, en cambio, prefieren referirse a sus vecinos con la frase “es como una película checa”.
Si te preocupa que tres tristes tigres traguen trigo en un trigal, ojalá que nunca tengas que decirle a alguien que se meta el dedo a la garganta en checo: strc prst skrz krk.
PIES DE FOTO
1. La torre del castillo medieval de Cesky Krumlov mide 54.5 metros y tiene 162 escalones.
2. El centro histórico de Cesky Krumlov, en la Bohemia checa, es Patrimonio de la Humanidad.
3. Interior de la iglesia Sacrificio de la Virgen María en Ceske Budejovice.
4. Los edificios de la plaza central en Ceske Budejovice presumen caballeros y dragones.
5. Fachada de la cara principal del castillo de Hluboka en Bohemia Meridional.
6. El castillo medieval de Karlstejn fue construido por Carlos IV rey de Bohemia en el siglo XIV.
7. Formaciones de arenisca en el parque Rocas de Prachov del Paraíso Bohemio.
8. Cerca de Praga, en el Paraíso Bohemio, el castillo de Hruba Skala funciona como hotel.
9. Spa de Chateau Heralec, palacio convertido en hotel de lujo en la Bohemia checa.
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Publicado el 27 de julio de 2020 por Marck Gutt | Don Viajes.
Última actualización: 12 de agosto de 2022.
El contenido de esta publicación es resultado de viajes realizados con el apoyo de Czech Tourism.
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