¿Qué hacer en Bogotá? Atractivos de la capital colombiana
¿Qué hacer en Bogotá? Subir el cerro de Monserrate, tomar un tour de grafiti y catar café colombiano, para empezar. Con su oferta de arte, cocina y naturaleza, esta ciudad seduce lo mismo a pajareros aficionados que a viajeros en busca de sabrosura. Un par de días en la capital de Colombia basta para visitar el Museo del Oro, probar la lulada y descalabrar a un amigo jugando tejo.
Competir con la promesa caribeña de San Andrés o el colorido de Cartagena no es cosa fácil, pero eso no significa que Bogotá tiene la batalla perdida. Cuando se trata de llamar la atención de los viajeros, la capital colombiana se vale de grafiti, catas de café y oro, muchísimo oro.
Los principales atractivos de Bogotá incluyen el funicular para subir el cerro de Monserrate y los callejones cubiertos de murales del centro de la ciudad, conocido como La Candelaria. A la lista se suman encantos menos obvios como los clubes de tejo, las galerías del Distrito de Arte San Felipe y los placeres calóricos de restaurantes como Mini Mal y Abasto.
Además de ser una de las capitales más altas del mundo, Bogotá es una de las metrópolis más biodiversas. Incluso a 2,650 metros de altura este lugar es ideal para observar aves, recorrer jardines tapizados de orquídeas y probar jugos de frutas que el resto del mundo apenas conoce.
En esta jungla, donde el asfalto y el verdor van juntos, Colombia presume buena parte de su riqueza musical, culinaria y cultural. Desde el mirador de la Torre Colpatria hasta los parques que presumen su esencia tropical, Bogotá es pura sabrosura. Armada con museos, galerías, tiendas y restaurantes, esta lista de atractivos da cuenta de ello.
Cerro de Monserrate:
Funicular, Teleférico y grandes vistas
De acuerdo con TripAdvisor y prácticamente cualquier otra guía de viajes, el cerro de Monserrate es uno de los principales atractivos de Bogotá. En efecto se trata de un lugar súper turístico, pero no es una trampa. Esta montaña, parte de la Cordillera Oriental, custodia a la ciudad con sus 3,100 metros de altura.
Para llegar a la cima del cerro de Monserrate hay tres opciones: funicular, teleférico y mucho ejercicio. Una basílica, un mercado de productos típicos colombianos y un par de restaurantes turísticos compiten por la atención en la cumbre. Eso sí, el mirador más icónico de Bogotá es el que acapara los ojos de las visitas. Especialmente en los días de verano, como llaman los locales a los cielos despejados en los que se deja ver el sol.
Museos en Bogotá:
Museo del Oro y Museo de Arte Moderno (MAMBO)
En Bogotá hay más de 60 museos que presumen desde obra de Botero hasta marionetas artesanales y performances efímeras. Ubicado a unos pasos del barrio La Candelaria, el Museo del Oro resguarda una colección con más de 30 mil piezas de oro. El recinto también exhibe piezas de cerámica y piedra, pero su fama tiene más que ver con joyas precolombinas que con jarrones.
No muy lejos, frente al parque de la Independencia, el Museo de Arte Moderno de Bogotá promueve y difunde tanto su acervo como piezas en préstamo. El MAMBO cuenta con más de 3,600 obras de artistas colombianos como Enrique Grau, Ana Mercedes Hoyos y Eduardo Ramírez Villamizar. Y sí, también una que otra cosa de Dalí, Picasso y (oh no, otra vez) Warhol.
San Alberto Usaquén:
Cata de café en Bogotá
Colombia es sinónimo de buen café en todo el mundo. Bueno, casi en todo el mundo. La exportación de los granos de mejor calidad acostumbró a buena parte de la sociedad colombiana a tomar café de segunda. Recién en la última década, gracias a la decepción de las visitas y el hartazgo de los locales, el buen café colombiano también se encuentra al interior del país. Las cafeterías San Alberto son un buen lugar para comprobarlo.
La sucursal de San Alberto en el barrio de Usaquén ofrece métodos alternativos de infusión y baristas especializados capaces de hablar largo y tendido sobre café de origen único. Además de tazas de café, la compañía ofrece experiencias de degustación con el nombre de bautizos cafeteros. Lo de llamar a sus tiendas templos quizás es demasiado, por lo demás, el café San Alberto es una cosa divina.
Distrito de Arte San Felipe:
SGR Galería y Espacio KB
Las calles de San Felipe recuerdan la vida de barrio bogotana. Hasta hace unos años pocos habrían sugerido a los viajeros dar una vuelta por estos lares. Hoy, entre fruterías sin pretensiones y sastrerías rancias, el llamado Distrito del Arte está tapizado de galerías obsesionadas con propuestas emergentes y talento local.
Espacio KB para la cultura combina exposiciones temporales con un bar, tienda de vinilos y un foro donde se presenta lo mismo jazz improvisado que spoken word. Con rotación bimestral, Galería SGR muestra obras de sus artistas representados. El portafolio incluye a Juan Pablo Echeverri, Alejandro Londoño, Javier Morales Casas, Federico Ortegón y Laura Noguera, entre otros.
Restaurante Mini Mal:
Cocina colombiana diversa y sostenible
En Bogotá se come de lo lindo. La oferta incluye desde cocinas que aparecen alto en los Latin America's 50 Best Restaurants hasta puestos callejeros de pan de yuca y jugos de frutas tropicales. Cuando se trata de honrar los sabores del campo, la tierra y los mares colombianos, pocos restaurantes tan comprometidos como Mini Mal.
Ubicado en Chapinero, este local es una suerte de laboratorio culinario que busca aprovechar y presumir la diversidad geográfica y cultural de Colombia. El menú incluye platillos como crema de ahuyama con leche de coco, pollo enchichado con pesto de cilantro y queso paipa y palmira rolls, una reinterpretación de sushi con plátano maduro, queso costeño y aguacate.
Jardín Botánico de Bogotá:
Plantas en la capital de Colombia
El Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis tiene una extensión que ronda las 20 hectáreas. Su fama, sin embargo, es más modesta. Es cierto que en esta ciudad no hace falta ir a un sitio específico para ver derroches de verdor y flores tropicales, pero también es cierto que las 2,300 especies de plantas del jardín botánico no son poca cosa.
Con espacios temáticos que evocan a ecosistemas colombianos como el páramo y el bosque andino, el jardín presume desde árboles y cactáceas hasta suculentas y orquídeas. Además, en fechas específicas, el jardín botánico de Bogotá sirve como sede para un mercado campesino agroecológico.
Artesanías de Colombia:
Riqueza cultural y comercio justo
La lista de artesanías tradicionales colombianas incluye molas de la cultura guanadule, cestos tejidos con palma de werregue y mochilas wayuu de La Guajira. Comparar artesanías directamente de los productores es siempre el escenario ideal. Si el Caribe y la Amazonía se quedaron fuera del itinerario, Artesanías de Colombia ofrece una alterativa práctica y sensata.
Con un par de sucursales en Bogotá, esta tienda fiel a los principios del comercio justo ofrece desde objetos ornamentales hasta muebles de diseño y prendas de vestir. Entre muchas otras cosas, el catálogo incluye chivas de arcilla, máscaras de carnaval, cerámica mirití y ruanas, una especie de poncho.
Grafiti y murales en Bogotá:
Arte urbano en La Candelaria y Avenida El Dorado
Cuando se trata de grafiti y murales en Colombia, ningún lugar es tan famoso como la Comuna 13 de Medellín. El arte urbano bogotano no recibe la misma atención que el paisa, pero eso no significa que la capital se queda corta. Bogotá cuenta con un programa oficial de revitalización de espacios públicos llamado Distrito Grafiti. Y no hace falta pasar mucho rato en la ciudad para ver que los murales son cosa seria.
Un paseo por el barrio La Candelaria basta para echar ojo a decenas de murales. En el callejón del Embudo se pueden ver obras emblemáticas de Bogotá, incluido el retrato de una mujer guna de Carlos Trilleras. Cerca, el parque La Concordia está tapizado de murales desde las escaleras hasta las bardas. En Los Mártires, una localidad menos turística, abundan los mensajes políticos y de protesta. Una vuelta en coche por la calle 24 y la avenida El Dorado augura un golpe de realidad en colores.
Postres en Bogotá:
Árbol del Pan, Abasto y Lulada
Bogotá sabe a gloria, dulce gloria. Para empezar el día con olor a croissant recién horneado, Árbol del Pan es una buena opción. El local, en el barrio Chapinero, ofrece productos como rol de canela, pan de chocolate y croissants de queso y almendres. Al norte, en el barrio de Usaquén, Abasto sirve desayunos y almuerzos con postres caseros. Surtido con insumos de productores locales, el restaurante ofrece torta de chocolate, flan casero y un crumble de frutos rojos que invita a lamer el plato.
Bogotá también se luce en plan callejero. Entre arepas, agua de panela y almojábanas (panes hechos con maíz y queso), llama la atención el amarillo casi radioactivo de la lulada. Disponible en mercados y puestos improvisados, esta bebida refrescante está hecha con jugo de limón y lulo macerado. Originaria del Valle del Cauca, la lulada es una probadita de la diversidad colombiana presente en la capital.
Club de tejo la 76:
Juego autóctono de Colombia
Las noches colombianas suelen ser terreno de la rumba y el guaro, como se conoce de cariño al aguardiente. Menos afamadas, pero igual de colombianísimas, son las noches de tejo y cerveza. ¿Qué es el tejo? Un juego autóctono que consiste en aventar una piedra con la intención de que caiga en una plataforma llena de barro provista de triángulos con pólvora. ¡Pum!
El juego, disponible en lugares como el Club de Tejo de la 76, consiste en hacer puntos. Cinco si la piedra cae en el centro y tres si explota una mecha. Si no ocurre nada de lo anterior, la piedra más cerca del centro se lleva un punto de consolación. El tejo se practica sin cascos y descalabrar a un compañero no acumula puntos.
Con cerca de 2,000 especies registradas, Colombia es el país con mayor diversidad de aves en el mundo. Incluso en la selva de ladrillos la observación de aves es una actividad gratamente sorprendente.
Tips de viaje:
Bogotá es la principal puerta de entrada a Colombia. El aeropuerto El Dorado recibe vuelos directos de Buenos Aires, Cancún, Ciudad de México, Guatemala, Lima, Madrid, Miami, Montevideo, Panamá, Santiago de Chile, Santo Domingo y varias ciudades más en América y Europa.
Bogotá cuenta con un sistema de autobuses de tránsito rápido llamado TransMilenio. La red abarca buena parte de la ciudad y funciona para recorrer distancias grandes. Para llegar a sitios específicos sin ganas de caminar se puede pedir un taxi o utilizar aplicaciones como Beat, Cabify, Easy y Uber.
El clima en Bogotá es templado con noches que refrescan. Las temperaturas suelen rondar entre 8 y 21 °C todo el año. En Bogotá se conoce como verano a los días soleados e invierno a los días lluviosos. Y sí, un mismo día puede ser de verano e invierno.
El barrio de Usaquén es conocido por su feria de artesanos. Todos los domingos, el Mercado de las Pulgas de Usaquén reúne más de 200 productores locales que ofrecen ropa, objetos de diseño, productos comestibles y artesanías tradicionales.
Curiosidades:
Para mitigar el tráfico en la ciudad, el gobierno de Bogotá implementó un programa de restricción vehicular llamado Pico y Placa. Semejante al Hoy No Circula de la Ciudad de México y al Rodízio Municipal de São Paulo, Pico y Placa impide la circulación ciertos días de la semana con base en el último dígito de la placa de un auto.
El Museo del Oro de Bogotá es el más famoso de todos, pero no es el único de Colombia. La Red Cultural del Banco de la República cuenta con cinco museos más dedicados al oro en Armenia, Cali, Cartagena, Pasto y Santa Marta.
En Colombia se conoce como chivas a los autobuses de transporte público tradicionales.
A los bogotanos se les conoce también como rolos. Originalmente el término se utilizaba de forma despectiva para referirse a las personas de otras provincias que se mudaban a la capital. Hoy, los bogotanos utilizan el término en general y sin connotaciones negativas. Algo bastante parecido pasa con los chilangos y la Ciudad de México. Cosa del incompresible mundo de los gentilicios en español.
Y ya que estamos con lenguaje, México y Colombia… en buena parte del mundo hispanoparlante panela es el nombre del jugo de caña hervido y endurecido. En México, sin embargo, panela es comúnmente utilizado para nombrar un queso blanco fresco. Agua de panela en Colombia, sí. Agua de panela en México, mejor no, gracias.
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Publicado el 18 de noviembre de 2021 por Marck Gutt | Don Viajes.
Última actualización: 18 de noviembre de 2021.
Versión editada de una historia publicada en la revista Glamour, julio 2018.
El contenido de esta publicación es resultado de un viaje realizado con el apoyo de ProColombia.
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